Los grandes conocimientos engendran las grandes dudas.

La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.

Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo.

El conocimiento nos hace responsables.

Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.

La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.

La curiosidad intelectual es la negación de todos los dogmas y la fuerza motriz del libre examen.

Nuestro crimen es ser hombres y querer conocer.

Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber.

La curiosidad de conocer las cosas ha sido entregada a los hombres como un castigo.

No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.

Te conocerás a ti mismo en cuanto empieces a descubrir en ti defectos que los demás no te han descubierto.

Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.

Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón.

Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.

Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.

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Es una especie de enfermedad natural de los poderosos no poder fiarse de los amigos.

Quien no tiene confianza en el hombre, no tiene ninguna en Dios.

Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.

Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza.

Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.

La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.

Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.

Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar.

La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.

La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.

Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable.

Fácilmente estará contento y sosegado el que, de verdad, tiene la conciencia limpia.

La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos, y a falta de testigos declara contra nosotros.

Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.

Intenta comprender, no eres un personaje de tragedia.

Lo peor que le puede ocurrir a cualquiera es que se le comprenda por completo.

Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros.

El único límite para nuestra comprensión del mañana serán nuestras dudas del presente.

En tu relación con cualquier persona, pierdes mucho si no te tomas el tiempo necesario para comprenderla.

Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

Dime con quien andas, y te diré quien eres.

Triste puedo estar solo: para estar alegre, necesito compañía.

Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.

Debemos buscar a alguien con quien comer y beber antes de buscar algo que comer y beber, pues comer solo es llevar la vida de un león o un lobo.

Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.

El exceso de cólera engendra la locura.

La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia.

Para la cólera y el para el amor, todo lo que se aplaza se pierde.